Capítulo 1256
Pero en sus emociones predominaba la alegría; después de todo, Teresa la trataba muy bien, y no podía soportar verla sufrir tanto cada vez que recibía el tratamiento.
Solo tenía que soportar a la familia García durante unos días, y, si con eso lograba que Teresa no sufriera tanto, valía bastante la pena.
Sin embargo, debía informarle a Roberto sobre este asunto.
Alicia, mientras esperaba, parecía algo distraída.
Pasó un buen rato antes de que Roberto finalmente terminara la reunión y regresara.
Él entró a la oficina y vio la expresión ausente de Alicia. —¿Qué te pasa?
—¿Ya terminaste de trabajar?
Alicia lo miró alzando la cabeza. Roberto se acercó y la abrazó. —Todavía no, tengo que manejar algunos documentos y firmar unos papeles.
—Está bien, entonces sigue, yo te espero.
Roberto le besó la frente a Alicia. —Ve a la sala de descanso, allí hay una computadora; puedes jugar un rato.
Alicia fue a la sala de descanso y, efectivamente, vio una computadora al lado.
En realidad, hacía mucho

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil