Capítulo 1326
Belén miró a María. —Tú, cállate.
Apenas terminó de hablar, Belén se dio la vuelta y subió las escaleras, con una expresión de evidente enfado.
María soltó un bufido, pero Yalena le cruzó la cara de una cachetada.
Yalena la tomó por el cuello, con una expresión gélida y cortante.
María se asustó de inmediato. —Si... si me matas, tú tampoco te vas a librar. Todo el mundo sabe cuál es nuestra relación.
Yalena apretó los dientes. —De verdad me arrepiento de haberme ablandado aquella vez.
Ya sabía perfectamente qué clase de persona eras, pero aun así fui débil.
María se echó a reír. —Ja, claro, esto es lo que me debes. ¿Quién te mandó a abandonarme para irte a vivir bien tú sola?
Yalena también rio, pero de manera fría. —Lo haces bien, sigue viviendo así.
La soltó, y toda su presencia se volvió aún más helada.
María se serenó de inmediato. —Esto no es culpa mía, fue tu asistente quien quiso matarme.
—Te dije que no fui yo.
En ese momento, Gustavo regresó apresuradamente y, al ver a María,

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