Capítulo 1517

Roberto miró a la fila de bellas mujeres frente a él. Al final señaló al azar a una. —Tú. Su asistente echó un vistazo a la apariencia de esa mujer y en seguida suspiró. Efectivamente, así era. Aunque él había sufrido mucho durante todos esos años, su memoria se había ido deteriorando más poco a poco. En lo más profundo de su subconsciente aún recordaba la existencia de esa persona. La mujer elegida se mostró muy sorprendida, ya que entre todas ellas no era la más hermosa ni la de mejor figura. Se sintió eufórica y se sentó junto a él. Con un tono mimado dijo: —Señor, yo lo acompañaré a beber. Las demás mujeres, que no habían sido escogidas, se marcharon decepcionadas. Al fin y al cabo, aquel hombre era una figura importante en Piedraplata: rico, apuesto y muy generoso. Su único defecto era su mal carácter. Pero ese defecto, comparado con su generosidad, no significaba nada. Él sostuvo la copa en la mano mientras la mujer a su lado le servía el vino. En ese momento, otra mujer hermosa