Capítulo 1671

Alicia dijo con un tono totalmente despreocupado: —Son dos cosas distintas. Tras decirlo, abrió la puerta del auto para marcharse. Roberto no alcanzó a detenerla; la mano que había extendido quedó suspendida en el aire y finalmente volvió a recogerse lentamente. Golpeó el asiento con rabia. —Esa mujer... ya no quiero ocuparme ni de su vida ni de su muerte. ¿Acaso comprendía quién era Ixar? Javier se sentó en el asiento del copiloto. —Señor Roberto, ¿por qué no enviamos dos guardaespaldas para proteger a la señorita Alicia? —¿Quién tiene tiempo para meterse en esos asuntos? Su vida y su muerte no tienen nada que ver conmigo. Que sufra un poco, así aprenderá las consecuencias. Estaba a punto de morirse de rabia por aquella mujer. Roberto se cubrió el rostro; tras un rato finalmente habló: —Dos guardaespaldas no bastan, envíen unos cuantos más. Javier: —... Él ya lo sabía: el señor decía que no se iba a ocupar, pero en realidad sí lo iba a hacer. ... Alicia subió a la oficina y continuó m