Capítulo 1755

Roberto, con sus largos dedos, tocó la mesa: —¿No decían ustedes antes que la sensación no desaparece solo porque la memoria se desvanezca? Roberto se levantó y se dirigió al sótano, hacia la bodega. Belén y Teresa se miraron y luego soltaron una risa: —Este tipo es tan contradictorio. —Sí, justo ahora estaba preocupada por lo que iba a pasar entre él y Alicia, pero ahora ya puedo respirar tranquila. Teresa echó un vistazo a la zona de juegos en la esquina: —Parece que tendremos que hacer algunos arreglos. Después de todo, hay un niño pequeño. No podemos ser injustas. —Exacto, exacto, rápidamente tenemos que asignarle una habitación a ese niño, usando los mejores materiales de decoración, que no tenga formaldehído. Lorena también estaba contenta. Belén miró en dirección al sótano, sin saber cómo terminaría todo esto entre ellos. ... Sótano. Alicia sirvió una copa de vino tinto, pero la miraba sin beberla. Roberto entró, sirviéndose también una copa: —¿Nos tomamos algo juntos? Alicia le