Capítulo 233
Alicia en realidad pensaba así.
Sabía que María, en complicidad con Lucía, le habían hecho algo.
Si hubiera sido cualquier otro hombre, hubiera preferido morir.
Alicia se aferraba con todas sus fuerzas a su cuello y le preguntó: —¿Tienes novia?
—No, nunca he tenido una.
Roberto, mientras sentía la respiración agitada de Alicia y con ternura secaba las lágrimas en el borde de sus ojos: —Eres muy joven, no deberías entregarte tan fácil a un hombre.
—Pero tú me gustas demasiado.
Alicia finalmente reveló sus verdaderos sentimientos, besando sus delgados labios de manera torpe pero cuidadosa.
Roberto sintió calor en la palma de su mano y suspiró, incapaz de contenerse.
Sabía que algo había confundido a Alicia para que actuara de esa manera.
La sujetó por la nuca, intensificando el beso.
Su iniciativa fue intensa, tan dominante como su personalidad, controlando el ritmo por completo.
Alicia rápidamente se debilitó y se dejó caer en sus brazos, sonrojándose al instante.
Roberto, co

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