Capítulo 846

Roberto bajó la mirada con gravedad y selló los labios de Alicia; ya que ella no quería hablar, entonces mejor que no hablara. Desde que Alicia tomó la iniciativa la noche anterior, él ya no quería esperar ni tampoco tenía ganas de aguantar por más tiempo. Alicia fue besada; justo cuando iba a decir algo, fue sumida por completo en un beso profundo, y al final se dejó llevar. Ese beso tan intenso duró un buen rato. Roberto la tenía en brazos, sentados sobre la mesa. Cuando se detuvo un momento para arreglarle la ropa, Alicia apartó su mano con brusquedad. Roberto sonrió: —Ya nos hemos besado y acariciado, ¿y aún estás enojada? Alicia bajó la cabeza para arreglarse la ropa, sin querer hablar con él. Roberto vio su rostro enrojecido por la rabia y le preguntó cauteloso: —¿Qué te pasa exactamente? Alicia apretó los labios: —¿He escuchado que tu madre está enferma? ¿Fue por un disgusto? Roberto, al oír esas palabras, entendió al instante qué era lo que le molestaba a Alicia. Después de tod