Capítulo 888
Roberto tenía clara la situación; antes de irse, ya había imaginado lo que pasaría.
Él sonrió levemente: —Justo así, ellos pueden aprovechar para estrechar su relación.
—¿Pero qué pasa si Belén no quiere?
—Tú también dijiste que no querías hace un momento.
Alicia le tapó la boca con la mano: —No digas más.
Roberto besó su mano y se levantó: —Voy para allá.
Aun así, fue al vestuario de hombres, para evitar que Belén tuviera que regresar después.
En ese momento, cuando Roberto apenas se preparaba para ducharse, Pablo entró.
Los dos hombres se miraron por un instante, pero ninguno dijo nada ni intercambió palabras.
Pablo habló: —Borra la grabación de vigilancia luego.
Roberto: —Ve a pedirle al jefe que la borre, estamos en un lugar público, hay que cuidar la imagen.
Pablo guardó silencio.
...
Después de arreglarse la ropa, Alicia fue a lavarse la cara, esforzándose por calmarse.
Al salir del vestuario, se encontró justo con Belén, que regresaba.
Ambas se miraron a los ojos, sus rostros se

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