Capítulo 955
Cuando Alicia escuchó esto, apretó las manos sobre el volante.
Su corazón se estremeció y una amarga acidez le inundó el pecho.
Había reunido todo el valor que le quedaba para decir aquellas palabras; toda esa aparente firmeza no era más que una coraza a punto de romperse.
Bajó la cabeza, sin saber qué hacer.
Roberto la miraba con recelo, pero tampoco encontraba las palabras para continuar.
Al final, no soportó verla así, tan desamparada.
Roberto se contuvo y finalmente se bajó del auto.
Si no lo hacía, si volvía a forzar la situación como la vez pasada, seguramente acabaría recibiendo otro puñetazo.
Apenas salió, Alicia arrancó y se fue, sin detenerse ni un segundo.
Roberto suspiró. "Antes, ¿cuándo ella lo habría dejado tirado a mitad de camino?"
Sacó el teléfono y llamó a Valentín: —Yo no voy.
—¿Dónde están? Todos te estamos esperando.
—Ella fue a ver al abogado para hablar del caso.
Valentín ya había oído mencionar al abogado Yago, así que se imaginó con quién iría a encontrarse.
Ro

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