Capítulo 388
Ivy señaló su rostro, que estaba hinchado y amoratado. "Dylan, no te culpo por dudar de mí, pero mi rostro..."
—No llegaría tan lejos como para hacerme daño, ¿verdad?
Dylan respiró profundamente. No había necesidad de eso. Absolutamente ninguna necesidad.
—Ivy, eres una mujer inteligente. Deberías saber que lo que te pregunto es por qué Avery te odia tanto.
—¡Porque te ama! —gritó Ivy, con un rastro de sangre filtrándose en sus ojos.
"Avery no parece el tipo de mujer que se enamora de alguien a primera vista. En los tres años que la conozco, siempre ha sido tranquila y serena".
—¿Tú y yo estábamos juntos? —Ivy sollozó, recuperando de repente la compostura—. No tiene sentido preguntarme sobre tu relación con ella. Deberías preguntarle a ella.
Después de hablar, Ivy bajó las escaleras con la intención de irse. Dylan no la detuvo ni se ofreció a despedirla. En cambio, se subió a su auto y se dirigió al hospital.
En la sala de Avery, las luces seguían encendidas y el cielo empezaba a aclar

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