Capítulo 286
Nigel nunca dejó de sospechar de Stella. Al fin y al cabo, este era un país extranjero, un lugar con poca seguridad pública. Nigel nunca creyó que una niña ciega como Stella pudiera vivir sana y salva.
Desde el salón de masajes, se veía que el jefe era un avaro. En un ambiente así, las mujeres que trabajaban allí o se degenerarían o tendrían la capacidad de defenderse. Simplemente no sabía si Stella pertenecía a la primera o a la segunda.
En ese momento, Riley y Stella estaban comiendo. "¿Por qué no vino el hermano mayor que te acompañó?", le preguntó Stella a Riley mientras comía con cuidado.
"No tiene hambre", Riley la miró.
—Entonces, ¿cómo vas a apaciguarme? —continuó Stella—. No veo nada, ni tengo parientes. Ni siquiera sé si dices la verdad. ¿Y si quieres traicionarme...?
—Podemos dejarte hablar con tu hermano por teléfono. Si no confías en nosotros, puedes confiar en tu hermano, ¿no? —dijo Riley.
—Entonces esperaré. —Después de hablar, Stella volvió a coger el cuenco.
Nigel se e

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