Capítulo 69
La villa privada de Javier tenía una seguridad tan estricta que parecía una fortaleza. Varios guardias de seguridad vestidos de negro permanecían firmes, con la mirada fija al frente, sin distraerse ni un segundo.
De pronto, una figura salió corriendo por la puerta lateral.
Pedro llevaba en brazos a una joven, sujetándola con fuerza mientras avanzaba a pasos apresurados.
El rostro de la chica estaba pálido, sin un atisbo de vida; en su cuello resaltaba una marca violácea, profunda y estremecedora.
Pedro la introdujo rápidamente en un auto que ya los esperaba. El motor rugió y el vehículo se alejó a toda velocidad, levantando tras de sí una nube de polvo.
Detrás del ventanal del segundo piso, Javier permanecía de pie, observando en silencio.
Solo cuando el auto desapareció de su vista, alzó la mano con calma y corrió las pesadas cortinas.
En el instante en que las telas se cerraron, la turbiedad de su mirada se disipó, dejando tras de sí una fría y lúcida serenidad.
En su rostro no se p

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil