Capítulo 129

Parecía enojado, y enojado probablemente era un eufemismo, pero yo también lo estaba. Incluso después de contarle toda la historia, incluyendo que Vicente empujó a Luis, todavía planeaba enviarlo de regreso a ese horrible lugar. —Bob le dijo que me llamara, y así lo hizo. —Miré a Cristian con enojo. Me costó un poco darme cuenta, pero volví a abrir los ojos. Después de que Cristian usara a mi pobre hermano, ni siquiera se dio cuenta de que había desaparecido—. ¿Bob, cómo está? —La mirada de Cristian se suavizó. ¿Así que ahora le importaba? —Ay, qué gracioso, porque después de que te diera lo que querías, lo abandonaste. —Me crucé de brazos. No entendía por qué se comportaba como si yo fuera la mala, mientras los dos la fastidiábamos—. Paz, si supiera que tu hermano está atado en algún sitio... —No lo habrías salvado porque no te importa. —Me guardé el dolor y terminé la frase. Mientras no escuchara esas palabras de su boca, podría olvidarlo. —No digas eso, es tu familia, claro que sí.