Capítulo 31

Apenas si alcanzó a reaccionar cuando la puerta del pasillo se abrió de golpe desde afuera. Bianca, que se encontraba justo al borde, casi pierde el equilibrio, y en cuestión de segundos más de una decena de fans irrumpieron en el lugar. Una vez que logró estabilizarse, vio bajar lentamente por las escaleras unas largas piernas, una camisa floreada y un cabello completamente blanco. Aunque llevaba puesta una mascarilla, Bianca pudo distinguir en sus ojos un profundo cansancio. —¡Ahhh! ¡Ariel, al fin te veo! ¡Te he amado desde hace tanto tiempo! —¿Puedes firmarme un autógrafo? Si no te molesta, ¿puedo darte un abrazo? —Ariel, ¿puedes dedicarme unas palabras? ¡Cualquier tono, el que sea! Todas las fans se empujaban con fuerza para acercarse. Solo Bianca permanecía quieta en su lugar, sin decir palabra alguna, observándolo en silencio. Por un instante, creyó que él la estaba mirando. Pero en cuanto parpadeó, esa ilusión desapareció. Las demás habían llegado preparadas. Incluso si Bianca h