Capítulo 52
—Señorita Bianca, ¿por qué no nos acompaña un momento para que se reúna con la persona afectada y podamos confirmar que no hay ningún otro problema?
Bianca también consideró que sería más prudente hacerlo así, pero Vanessa se interpuso.
—No hace falta. Ella es mi hermana. Ya pregunté por ella.
Aunque lo que decía Vanessa no terminaba de cuadrar, los demás prefirieron no decir nada.
Tal vez había algo que no quería contar, y eso era comprensible.
Después de salir del hospital con el personal, Bianca firmó el registro y finalmente se retiraron.
Vanessa se quedó sentada en la sala de espera, observándola con disimulo.
Eso solo aumentó la curiosidad de Bianca, quien se dio la vuelta y salió del hospital.
Al verla marchar, Vanessa por fin se relajó.
Pero no contaba con que Bianca diera la vuelta al edificio y subiera por el ascensor exterior del hospital.
Había visto el número de habitación de Manuela en el formulario que acababa de firmar, así que fue a tocar la puerta.
Como nadie respondi

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