Capítulo 81

Isaac tampoco se atrevía a hacer demasiadas preguntas, por miedo a decir algo fuera de lugar. Así que siguió las instrucciones del médico y se quedó a su lado en silencio. Al día siguiente, Jacobo, ya algo recuperado, comenzó a merodear solo por la puerta de la habitación de Bianca, observándola desde fuera. Cada vez que ella levantaba la vista, apenas le dirigía una mirada fugaz, sin mostrar reacción ninguna. —¿Cuánto tiempo va a durar así? Jacobo le preguntó a Salvatore, pero el médico no había dado un plazo claro para su recuperación. Durante todo ese tiempo, Isaac había estado acompañándola sin separarse un segundo, sin darle a Jacobo ni la más mínima oportunidad. —Hoy el ferry, según el itinerario, ya debe estar listo para regresar. Tú, por tu estado, deberías quedarte unos días más en reposo aquí. Isaac lo comentó con ligereza, como si hablara por hablar. Bianca apenas asintió con la cabeza. Al llegar el mediodía, Jacobo por fin encontró una oportunidad. Ambas habitaciones estaba