Capítulo 91

Arnoldo, por su parte, se lo tomó con filosofía, así que Bianca ya no dijo nada más. En ese momento, unos ojos observaban desde las sombras cómo se alejaban. —Estas personas también tienen relación con ese hombre. ¿En verdad quiere dejarlos ir? La figura en la oscuridad negó con la cabeza y no respondió. Lo primero que hizo Sandra al enterarse de que Bianca había regresado a Luzdeluna fue llevarla de inmediato a comer algo delicioso. —¡Sabía que durante tu tiempo en el barco no habías comido nada decente! Sandra era quien mejor la conocía. Lo que no esperaba era que Jacobo e Isaac aún la acompañaran. —Supongo que usted debe de ser la señorita Sandra. ¿Podríamos intercambiar número? Jacobo apenas se sentó y ya dejó clara su intención. Incluso Sandra se quedó desconcertada y giró la cabeza hacia Bianca. Ella también estaba confundida. Pensó que, después de todo lo que Jacobo había hecho por ella en el barco, y después de decirle que quería ser su amiga, era porque le gustaba. Pero result