Capítulo 97

—Mañana a las nueve de la mañana, nos vemos en el laboratorio. Después de que Bianca bajó del coche, Jacobo dijo esa única frase y se marchó. Ya de regreso en su habitación, Bianca sintió que algo no terminaba de encajar, así que decidió llamar a Sandra. —Dime, ¿no crees que Jacobo está actuando raro? ¿O será que no quiere que me dé cuenta de algo? Hablaba más para sí misma, cuando de pronto escuchó una risa contenida al otro lado del teléfono. —Sandy, te estoy hablando en serio. ¿Por qué no prestas atención? En realidad, Sandra no pudo evitar reírse, pero enseguida se acomodó al tono de la conversación: —Sí, sí. Seguro que el jefe Jacobo no quería que te dieras cuenta, por eso lo dijo todo de manera tan ambigua. A pesar del tono divertido de Sandra, Bianca no le dio mayor importancia. Después de colgar, respiró hondo y se dejó caer sobre la cama. Recuperar aquello que realmente amaba la llenaba de plenitud, y Bianca estaba verdaderamente satisfecha. Aunque al principio, cuando Jacobo