Capítulo 11
Isabel se giró y miró a Manuel con furia: —A dónde vaya es asunto mío, no tienes derecho a meterte. Por favor, suéltame ahora.
Manuel no solo no la soltó, sino que apretó aún más su muñeca: —Por tu falsa muerte, José no ha dejado de intentar suicidarse. Cuando sospechó que seguías viva, se volvió loco buscándote; de verdad creo que está perdiendo la cordura. ¿No crees que deberías regresar conmigo a verlo y solucionar esto?
Al oír eso, Isabel guardó silencio durante mucho tiempo.
—No tiene sentido volver a verlo. Entre él y yo, ya no queda nada.
Manuel frunció ligeramente el ceño: —Fue José quien te fue infiel. Puedes divorciarte, fue su error. ¿Por qué no sentarte a hablar con él y terminar esto en vez de seguir huyendo?
—Sí, estoy huyendo. Pero nadie elige dejarlo todo si tiene otra opción. Hice esto no solo por venganza, sino para que no pudiera seguir persiguiéndome.
Isabel suspiró: —No lo entiendes. Él no aceptaría el divorcio ni me dejaría marchar. Haría cualquier locura. Si de v

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil