Capítulo 309

Al escuchar estas palabras, varias miradas en la tienda se dirigieron hacia Isabel. El ambiente se tornó extraño. Ella realmente sabía cómo persuadir a los demás para que fueran generosos. Carolina frunció el ceño ligeramente: —Isabel, este bolso no es barato. Sería mejor que consideraras otros modelos. Expresó esto de manera muy diplomática. Los empleados a su lado guardaban silencio, fingiendo estar ocupados. Isabel parecía no darse cuenta del tono inapropiado de sus palabras. Me miró y dijo: —Carolina, un bolso tan excepcional como este y lo ofreces tan fácilmente, sería mejor que se lo dieras a la señorita Daniela. Así al menos recibirías dinero y podrías ordenar otro bolso. Al oír esto, la expresión de Carolina cambió: —Este bolso me costó mucho conseguirlo, ¿cómo voy a dárselo así como así? Además, ¿cómo sabes qué modelo prefiere la señorita Daniela? Isabel no parecía percibir la irritación en las palabras de Carolina. Hoy parecía decidida a confrontarme, decidida