Capítulo 20
En sus sueños, Raúl se arrodilló sobre una rodilla.
En sus manos sostenía el anillo de bodas que él mismo había tallado, mientras miraba con profunda emoción a la joven vestida de blanco frente a él.
—Margarita, ¿quieres casarte conmigo?
—Te amaré, y prometo acompañarte por el resto de mi vida.
—Nunca te traicionaré ni tampoco te fallare o abandonare. Lo juro por mi vida misma.
Pero al final, la joven frente a él se movió un poco y mostró un rostro delicado pero desconocido.
No era ella. Era Sofía.
Sin embargo, Raúl la miraba con la misma devoción, como si no la hubiera reconocido.
Fue hasta que Sofía estaba a punto de hablar cuándo, de repente, Margarita se despertó del sueño.
Se quedó mirando hacia la ventana, sintiendo que había sido un sueño muy extraño.
—Toc, toc.
—Margarita, ¿ya despertaste?
La voz de Martina sonó desde afuera de la puerta. Margarita se dio un par de palmaditas en la cara y respondió apresurada:
—Sí, tía.
Solo entonces Martina empujó la puerta y entró, entregándo

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil