Capítulo 66 Las palabras de anoche no se dijeron
Los dedos de Clara se apretaron en un puño, pero en su cara solo apareció una sonrisa. —Lo siento, te he molestado tan tarde.
—No hay problema.
El auto llegó al hospital y Raúl ya la esperaba en la puerta.
A diferencia de Diego, él se acercó, abrió la puerta del copiloto y levantó a Clara en brazos.
—Diego, ven a ayudarme un momento. Si va a ser hospitalizada, el doctor ha pedido que llenen los datos del paciente. Yo la llevaré a los exámenes y tú te encargas de esto.
—Está bien.
Él asintió, estacionó el auto en un espacio cercano y, mientras caminaba hacia el hospital, le envió un mensaje a Rosa por Facebook.
[Descansa bien. Si mañana todavía tienes la cara muy hinchada, puedes trabajar desde casa. Yo hablaré con Elisa].
Envió el mensaje y no recibió respuesta.
Tal vez ya se había dormido.
Él, al ver que no había respuesta, se sintió tranquilo y entró al hospital.
...
Esa noche, sin Diego a su lado, ¡no pudo dormir! ¿Cuánto tiempo había pasado para que empezara a acostumbrarse a su pr

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