Capítulo 88 ¡Ella quería golpear a su padre!

Julia sostuvo la mirada de Bruno. En ese momento sus cuerpos estaban muy cerca, incluso Julia podía sentir el frío que emanaba de la piel de Bruno. —Si de verdad quiero a un hombre, sería porque lo amo profundamente, y solo entonces desearía tenerlo —dijo Julia, apartándose del abrazo de Bruno. Finalmente, la mano que aún permanecía entrelazada con la de Bruno también se soltó. Bruno miró sus manos vacías con desconcierto, y una sensación de pérdida se expandió en su pecho. —Salgamos primero de esta habitación —dijo Julia. Bruno se levantó lentamente. —¿Cómo entraste? —Te escuché gemir dentro, te llamé y golpeé la puerta, pero no respondiste. Temí que te hubiera pasado algo, así que entré a la fuerza —explicó Julia—. Perdón por no haber cumplido tu regla. Aunque Julia no lo hubiera hecho con mala intención, al final había cruzado el umbral de aquella habitación prohibida. —¿Y aparte de eso, no tienes nada más que decir? —Bruno la miraba fijamente. Después de todo, aquellas paredes cubi