Capítulo 1768
Jay sonrió astutamente.
Después de jugar varias rondas de ajedrez, Angeline aún no había regresado.
Jay se sintió incómodo y dijo: “Abuelo, dejaré de jugar ahora”.
“¿Por qué? ¿Estás preocupado por tu esposa?”.
La expresión de Jay se volvió un poco solemne. Frente al Gran Viejo Amo Ares, su corazón era transparente y no ocultaría ningún secreto.
“Abuelo, cada vez que Angeline regresa a Chalet de Turmalina, siempre hay un incidente tras otro. Me preocupa su seguridad cada vez que no está a mi lado, aunque sea solo por un momento”.
El Gran Viejo Amo Ares consoló a Jay y le dijo: “Tu madre es la culpable de esto. Ahora que vive bajo un gran foco de atención, no puede hacerle nada a Angeline aunque no le guste, ¿verdad?”.
Jay se puso de pie. “Aún así iré a buscarla”.
“Anda”.
Cuando Jay llegó al jardín trasero, vio a Angeline agachada en el suelo mientras admiraba atentamente la ternura de su conejo mascota. El conejito estiró sus extremidades delanteras y se frotó la cara, siendo i

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