Capítulo 17
Susana contuvo la respiración, sorprendida. —¿Quieres que ella aborte? Rubén, estás loco, ¿cómo puedes...?
No alcanzó a terminar la frase cuando Rubén la interrumpió con voz fría. —Cuida tus palabras. Si esta noticia llega a salir de aquí, no te lo perdonaré.
—Ya es tarde, puedes irte. Además, esta es la casa donde Angi y yo vivimos. De ahora en adelante, sin mi permiso ni el de ella, no vuelvas a entrar.
La cara de Susana perdió todo color y comenzó a temblar de ira. —Rubén, no olvides que si no fuera por mí, tú ya habrías...
—¡Ja! —Rubén soltó una risa sarcástica—. No lo niego, me salvaste, y te lo he agradecido siempre.
—Durante estos cinco años he sido bueno contigo y he hecho todo lo posible por ayudar a tu padre.
—Puedo satisfacer cualquiera de tus necesidades económicas, pero si pretendes usar ese favor para atarme de por vida o chantajearme, te aconsejo que abandones esa idea de inmediato.
—Porque, hasta donde sé, todavía no ha nacido nadie capaz de amenazarme.
La actitud de Su

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda