Capítulo 55

Después de todo, todos tienen bastante trabajo. Como mucho, llegaban con media hora de anticipación, y muchos apenas lo hacían con unos diez minutos de sobra. Casi nadie llegaría una hora y media antes solo para quedarse sentado sin hacer nada... Catalina, al escuchar eso, miró a Rosa. Rosa explicó con frialdad: —La última vez, el jefe Ignacio quedó atrapado en el tráfico y terminó llegando tarde. Eso molestó bastante a la otra parte. Para evitar que algo así vuelva a pasar, decidimos llegar con más anticipación. Al terminar, dirigió una mirada al miembro del personal que estaba cerca, y en su rostro apareció, sin poder evitarlo, una expresión de tímida coquetería. —¿Está el señor Alejandro? Tengo un documento de planificación que necesita revisar antes de que comience la reunión. El personal asintió. —Sí, el señor Alejandro está en su oficina. Los ojos de Rosa se llenaron de una ternura evidente. —Entonces iré de inmediato. Catalina observó cómo Rosa se alejaba apresuradamente, y no p