Capítulo 300

Buscó su cinturón cuando finalmente se dio cuenta de que no estaba solo. Levantó la cabeza de golpe. Nos miramos a los ojos. Era difícil saberlo a la luz parpadeante del fuego, pero me pareció verlo sonrojarse. Sus manos cayeron a sus costados. Él miró hacia otro lado. No pude evitar reírme de lo adorable que era. Probablemente no recordaba la forma en que solía pavonearse por nuestra habitación, completamente desnudo. Kieran, o como lo llamaban los aldeanos, Jai, vaciló. Lentamente avanzó poco a poco hasta estar parado a mi lado. Abrió la boca, pero lo único que salió fue un sonido de gárgaras confuso. Mi corazón se contrajo de dolor cuando recordé que Zane dijo que Kieran no podía hablar. Debió resultar herido al caer al río. Kieran gesticuló, agitando los brazos salvajemente en el aire. Después de un tiempo, se enojó visiblemente. Le di unas palmaditas en el brazo hasta que me miró. "Está bien", dije suavemente. "Hagámoslo lentamente". Kieran se calmó un poco. Señaló mi ropa y movió