Capítulo 398

Todavía estábamos celebrando la exoneración y liberación de Amiyah cuando la mierda se volvió loca. El medio hermano de Rainey, Carl, se estrelló contra nuestro coche como un loco. Estaba atrapado en el auto, con los pies inmovilizados, incapaz de hacer nada. Todo lo que pude hacer fue mirar impotente cómo me arrebataron mi amor. La desesperación que me invadió en ese momento es indescriptible. La exigencia equivocada de Carl era que enviara a Rainey sano y salvo fuera del país. La policía me advirtió que no negociara con criminales, pero no estaba dispuesto a jugar con la vida de Amiyah. Prefiero dejar que Rainey desaparezca en el aire que arriesgarme a perder a Amiyah para siempre. Afortunadamente, antes de que Carl se quitara su miserable vida, me dijo dónde había enterrado viva a Amiyah. Cavé y cavé, primero con una pala y luego con mis propias manos, desesperado por alcanzarla. Y cuando la vi aún respirando, fue como si el universo respondiera a mis oraciones. Gracias a Dios, ella