Capítulo 82
Wálter asintió con gravedad, como si de verdad se lo estuviera tomando en serio: —Has perdido algo de peso, pero... No afecta.
No afectaba al tacto, pensó, aún sentiría lo mismo al mirarla.
Lucía notó el doble sentido en sus palabras, y sus orejas se ruborizaron.
—Abuela, coma más. —Lucía le sirvió comida a la señora Sandra, queriendo cerrar el tema.
Pero la señora Sandra no cedió: —Si has perdido solo un poco de peso, no es un problema para tu salud, pero si sigues adelgazando, ahí sí no será bueno. Tú eres hombre, debes aprender a cuidar a tu esposa, a mimarla, ¡aprende de tu papá!
Wálter dejó una respuesta abierta, como si la frase tuviera múltiples significados: —Lo que abuela dice es cierto, yo cuidaré bien de ella.
Luego sirvió comida a Lucía.
Lucía no rechazó la comida, pero tampoco la comió; cuando terminó la cena, la comida que Wálter le había servido seguía intacta en su plato.
—Quédense a dormir hoy, tus padres no regresan, solo estoy yo aquí.
Después de la cena, la señora S

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