Capítulo 58

—Nuriña, ¿crees en mí? Nuria asintió con vehemencia. —Por supuesto, confío en Lucita más que en nadie. Le sonreí levemente y pasé mi mano por su cabello para acomodarlo. —Entonces, si crees en mí, hoy, a pesar de que te han golpeado, recuperaré ese golpe por ti, pero no ahora. —¿Puedo?— Miré a sus ojos. Nuria se acercó a mí y bajó la voz confidencialmente. —¿También vas a enfrentarte a ellas? Bajé la voz al responder: —Las venceré por mi cuenta. —¿En serio? ¿Necesitas que te ayude? Quizás después podríamos ir a comprar algún spray de defensa personal o algo así. Nuria siempre es así, optimista y alegre, cuidando siempre mi estado de ánimo. Negué con la cabeza y le pedí que esperara un momento. Luego, Daniel sacó a Clara de la sala de mediación. Clara se plantó frente a mí, aparentemente inocente y frágil, pero su mirada hacia mí llevaba un matiz de provocación apenas perceptible. En la vida pasada, me engañó durante mucho tiempo con esa apariencia de inocencia, pero ahora... —Clara, Nu