Capítulo 82

Me siento muy mal, todo mi cuerpo está ardiendo y me duele. Cuando llegó la medianoche, ya no pude soportarlo más y, con mucho cuidado, bajé de la cama para buscar medicina. Pero sobrestimé mi condición. Apenas me levanté de la cama, todo comenzó a girar a mi alrededor y en un instante caí al suelo. Carolina, que dormía a mi lado, oyó el ruido y rápidamente encendió la luz. Al verme tirada en el suelo, se levantó de la cama rápidamente para ayudarme: —Lucía, ¿qué te pasa? —Andrea, Beatriz, despierten y ayúdenme con Lucía. Pronto, toda la habitación se despertó por mi culpa. —Estás muy caliente,— me levantaron y Carolina tocó mi frente: —Lucía, tienes fiebre alta, ¿qué vamos a hacer? Casi no podía mantenerme sentada, me senté al borde de la cama apoyada en Carolina, con los ojos cerrados: —Tomaré un medicamento para bajar la fiebre y con un poco de sueño estaré bien, no se preocupen. Dicho esto, no podían hacer mucho más. Afortunadamente, la familia de Andrea había preparado muchos medi