Capítulo 28 Madera a la deriva

Mariana sabía que ese sentimiento que la invadía era barato e incluso... Humillante. Aun así, no podía evitarlo. En el fondo, siempre había tenido claro que Enrique... En realidad, no había hecho nada malo. Tres años atrás, había sido Mariana quien apareció de pronto con el acuerdo entre ambas familias y la presión de la opinión pública, forzando a Enrique a casarse con ella. Antes de eso, ni siquiera se conocían. Si se ponía en su lugar, decir que ella había destruido la felicidad de Enrique... No era ninguna exageración. Por eso, que él la despreciara y le guardara rencor le parecía algo completamente lógico. En este matrimonio, Mariana siempre había mantenido la cabeza baja; como él mismo le había dicho, escondía su verdadero yo y se esforzaba por ser una "esposa ejemplar y virtuosa". Pero llevaba demasiado tiempo dando todo de sí en soledad. Desde el accidente de su padre hasta la grave enfermedad de su madre, cada problema había sido como una paja más sobre sus hombros, acumulándo