Capítulo 21

La vida de Sofía estaba llena y ordenada. En el departamento de danza, sus calificaciones siempre se mantenían en los primeros lugares. En la sala de práctica seguía siendo la última en marcharse. Dentro del club, había pasado de ser una novata inexperta a convertirse en un pilar fundamental. Santiago le encargaba cada vez más tareas de organización, que ella cumplía con esmero, ganándose la confianza y el aprecio de todos. Esa confianza nacida de su propia capacidad reemplazaba poco a poco aquel antiguo valor que antes solo encontraba bajo la mirada de los demás. Su relación con Santiago seguía respetando los límites de la amistad, pero había algo que, en silencio, comenzaba a transformarse. En medio de las conversaciones sobre asuntos del club, se permitían hablar de exposiciones o películas recientes. Al coincidir en el comedor, compartían mesa de manera natural, y los temas iban desde los estudios hasta anécdotas cotidianas. Él aún le daba consejos cuando se encontraba con dificult