Capítulo 20

Al poco tiempo, Alberto terminó de atender la llamada, tan enfurecido que todo su cuerpo le temblaba de ira. Jorge resultó ser quien había ayudado a Esther a escapar hacia Torabela. Apretó los dientes hasta casi romperlos, de pronto una expresión de ferocidad se dibujó en su rostro. —Víctor, hazme un favor. Se la llevó, y quiero que ese bastardo pague por ello. Mientras tanto, del lado de Jorge, por primera vez sintió que una vida sencilla podía ser tan reconfortante. Tal vez era por Esther. En ese rostro que solía mostrar siempre una expresión fría e indiferente, apareció una repentina sonrisa de felicidad. Jorge era el que se encargaba de todos los trabajos pesados en el restaurante de Esther. No era de muchas palabras, pero sí una persona confiable y honesta, con una gran capacidad de observación. Además de eso, tenía muy buen aspecto y porte, no eran pocas las chicas que venían botando la baba al restaurante y le insinuaban su interés. Pero cada vez que eso ocurría, Jorge siempre l