Capítulo 103

Por un momento, todos tenían diferentes pensamientos. El rostro de Laura se veía particularmente afligido; las palabras de doña Isabel no solo la habían humillado a ella, sino también a Carmen. Esto hizo que Laura recordará los días en los que había sido pobre y había tenido que aguantar muchos desprecios. Esa vida, no quería volver a vivirla nunca más. Hacía muchos años que no sufría tal humillación. —Doña Isabel... Justo cuando Laura iba a hablar, Carmen intervino primero. —Doña Isabel, puede insultarme a mí, pero ¿por qué también humilla a mi madre? Carmen, mordiéndose el labio, las lágrimas caían una tras otra, como si sufriera una gran injusticia, su voz cargada de reproche. —Solo me gusta Tomás, ¿está mal querer estar con él? ¿Qué crimen he cometido para que usted me humille de esta manera? —Sé que desprecia mi origen, pero yo también tengo dignidad. Tomás y yo nos queremos, es un amor de verdad, ¿por qué tiene que meterse y separarnos? —¿No ha considerado los sentimientos de su