Capítulo 153

Tomás mostró mucha paciencia, secando cuidadoso el cabello de Rocío poco a poco hasta dejarlo seco por completo antes de apagar el secador. Mirando a Rocío en sus brazos, sus cejas se movieron ligeramente y, sin resistirse, inclinó la cabeza para estampar un beso en su frente. —Rocío, ¿qué debo hacer contigo? ... Después de revisar la habitación y no encontrar nada más que hacer, la enfermera se apoyó sobre la mesa del vestíbulo, mirando de reojo su celular, cuando de repente escuchó que alguien empujaba con fuerza la puerta de cristal y se acercaban rápidos pasos. Enseguida, levantó la vista hacia la entrada, y antes de poder discernir con claridad el rostro del recién llegado, escuchó una voz masculina agitada y entrecortada. —Enfermera, ¿ha llegado esta noche alguna chica que casi se haya ahogado? Fue un hombre quien la trajo, era una chica muy bonita. José apoyaba sus manos en la mesa, a pesar del frío, su frente estaba cubierta de sudor. No tenía vehículo, había corrido desde el p