Capítulo 168

Desde el momento en que Tomás regresó, no se apartó de su lado, cuidándola con esmero día y noche con sus propias manos. Desde cada sorbo de agua hasta cada bocado que ella tomaba, él se encargaba de prepararlo personalmente. Tomás la animaba con paciencia para que comiera algo. Aquella enfermedad la mantuvo en cama durante medio mes completo. Durante todo ese tiempo, Tomás estuvo con ella, sin abandonarla ni una sola vez. No fue sino hasta que ella comenzó a mejorar que Tomás, exhausto y enfermo, ya no pudo más. Pero, para no preocuparla, con alta fiebre, pidió a los sirvientes de la casa que lo ocultaran y regresó a la escuela durante la noche. Si no fuera porque un sirviente lo reveló más tarde, ella nunca habría sabido cuánto había hecho Tomás por ella. Sin embargo, al final, ambos tomaron caminos separados. Rocío reprimió el dolor oculto en su corazón y no presionó a José para saber por qué había ocultado esa información. Suponiendo que él había mentido, seguro él y Tomás habían l