Capítulo 171

Tomás observó cómo José se alejaba y, justo cuando estaba a punto de llamar a Alejandro, vio a este último acercarse. Alejandro también lo vio y lo saludó primero: —Señor Tomás, disculpe, tuve un contratiempo esta mañana y recién pude llegar. Tomás saludó con un gesto y miró hacia la escalera: —Ella está en la habitación, ya despertó. Pero el médico dijo que todavía tenía fiebre y necesita reposo durante unos días. —Entiendo lo que quieres decir, no te preocupes por eso, me aseguraré de que la maestra Rocío descanse bien en el hospital. —Dijo Alejandro, y luego dudó un segundo antes de agregar: —Sobre lo que dijiste anoche, ¿hay alguna novedad? Tomás lo miró fijamente por un rato. —No. —respondió Tomás, retirando la mirada, sus profundos ojos oscuros no revelaban ninguna emoción: —Pero alguien definitivamente manipuló los frenos de su patineta. Además, cuando Rocío tuvo el accidente, un carro la empujó de manera intencional hacia el borde de la carretera. Ese vehículo era muy sospechos