Capítulo 86
—¿Ah? —Leticia levantó la vista. —Oh, sí.
—¿Cómo te lastimaste?
Leticia cerró la puerta del coche, su mirada evitando instintivamente la de él: —Me pinchó un clavo.
Ignacio no hizo más preguntas. Como buen abogado, el razonamiento en los casos es una habilidad esencial.
Aunque no podía deducir exactamente cómo se había lastimado con el clavo, sabía que tenía que ver con su exesposo.
—¿Todavía sientes algo por él? —dijo, observándola fijamente.
—Si sintiera algo, no me habría divorciado. —Leticia sonrió. —No soy de las que se quedan enganchadas en las relaciones.
Ella ya sabía de la existencia de María, pero no mencionó el divorcio inmediatamente.
Fue solo cuando se sintió completamente decepcionada de Héctor que decidió irse de manera definitiva.
Ignacio quería decir algo, pero se quedó en silencio.
Leticia caminó adelante, guiándolos: —No está lejos, es esa de allá.
Señaló la tienda llena de gente frente a la puerta.
A pesar de que hacía frío, aún había mucha gente afuera comiendo car

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