Capítulo 21
De repente, Teodoro agarró a Lorena por el cuello, y ella mostró de inmediato una expresión de terror.
—...No... Teodoro, no te engañé... — Lorena lloraba desesperada—. ¡Teodoro, me estás haciendo daño, suéltame, por favor!
Sin embargo, en ese preciso momento, sus lágrimas ya no lograban conmover a Teodoro.
Teodoro sonrió con frialdad. —¿No me engañaste? ¿Quieres que te lleve ahora mismo al hospital para que te hagan un examen?
—¡En esta vida, lo que más odio es que me engañen!
—Si el resultado del examen muestra que no tienes cáncer, te juro que meteré un montón de sustancias cancerígenas en tu boca para que en verdad termines teniendo cáncer.
Con esas palabras, Lorena se asustó tanto que su cara cambió de color.
—¡No! ¡No, por favor! —Ella, pálida, rompió en llanto—. ¡Teodoro, lo siento, te lo suplico, déjame ir!
—No lo hice a propósito para engañarte, la razón por la que actué así es porque te amo demasiado.
—Así como tú te enamoraste de mí, yo también te amo tanto que perdí la razó

Klik untuk menyalin tautan
Unduh aplikasi Webfic untuk membuka konten yang lebih menarik
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda
Nyalakan kamera ponsel untuk memindai, atau salin tautan dan buka di browser seluler Anda