Capítulo 76 La vendió

Un cubo de agua helada fue vertido por toda la cara de Deirdre, quien se quedó boquiabierta por la conmoción. Se dio cuenta de que no podía moverse, pues tenía las extremidades atadas. La mujer que la había despertado la examinó. El asco se desprendía de sus palabras. "¡Ay! ¿Qué demonios? Ya es bastante malo que parezca sacada de una película de terror. ¡Está demasiado delgada y frágil incluso para satisfacer a un cliente! El señor Brighthall en serio es increíble". Alguien se apresuró a apaciguarla, diciendo: "Bueno, esto es más como hacerle un favor al señor Brighthall, ¿no? ¡Sabes que se va a acordar de esto y te lo va a pagar con muchas cosas buenas en el futuro, madama Rouge!". "Pfft. Un favor. Me encantaría hacerle un favor, ¡pero Dios! Esta zorra no puede atraer ni a un hombre en celo", se burló la madama Rouge. Apretando un cigarrillo entre los dedos, se pavoneó hacia Deirdre y frunció el ceño. "Joder. ¡No puede ser! ¡Esta zorra está ciega!". Deirdre sintió un escalofrío