Capítulo 79 No te tocó, después de todo

El temperamento de Brendan alcanzó su punto de ebullición. Su agarre alrededor de la muñeca de Deirdre se tensó como una pinza destinada a triturar huesos humanos. Tenía fuego en los ojos y, si el homicidio fuera legal, Deirdre ya estaría muerta. "Felicidades, Deirdre. ¡Me has cabreado de verdad!". El dolor drenó el color de la cara de Deirdre. Antes de que ella se diera cuenta de lo que estaba pasando, Brendan la había arrastrado lejos a la fuerza a pesar de sus pasos torpes y tambaleantes. La arrastró hasta su habitación en el hotel y la tiró contra el suelo del cuarto de baño. No hubo tiempo suficiente para que el dolor disminuyera. Deirdre apenas había abierto los ojos cuando el agua helada de la ducha se derramó sin piedad sobre ella. El frío cortante estremeció a Deirdre. "¡Para! ¡Brendan, para!". "¿Que pare? ¡¿Quieres que pare?!", se burló él. En lugar de atender a su súplica, le levantó la cabeza para rociarle aún más agua por la cabeza y el cuerpo. "¿De qué otra forma v