Capítulo 1129 La codicia no tiene límites
Las cejas del médico se fruncían periódicamente mientras examinaba al Viejo. El corazón de Jiang Sese se aceleró mientras lo observaba.
“¿Cómo está, doctor?”, preguntó Jiang Sese en cuanto el médico terminó sus exámenes.
“El anciano va bien”.
Jiang Sese dio un suspiro de alivio. “Eso es bueno”.
Al ver que parecía muy ansiosa, el médico sonrió. “No tiene que preocuparse. Se está recuperando muy bien, solo que aún no ha recuperado la conciencia”.
“Entonces, ¿cuándo despertará?”, preguntó Jiang Sese.
“Le he dicho que le hable a menudo para estimular su cerebro y se despertará pronto”.
Jiang Sese asintió. “Yo sé. Mi abuelo ya puede mover ocasionalmente los dedos e incluso puede derramar lágrimas, pero no hay señales de que recupere la conciencia”.
“No se pueden precipitar estas cosas. Tú y tu familia deben ser pacientes”.
Jiang Sese sonrió avergonzada. “Solo estamos muy ansiosos y esperamos que mi abuelo pueda recuperar la conciencia lo antes posible”.
El médico sonrió. “Entiendo

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