Capítulo 94 Uno más vulgar que el otro

Sentí mis orejas arder. No sé por qué, pero de repente me pareció que cuando Fabián se volvía loco, también resultaba ser algo bastante teatral. Cuando Renato salió después de lavar los platos, Fabián ya se había ido. Renato, que no parecía estar muy contento, con lo sucedió y empezó a quejarse. —Cada vez que veo a ese Fabián, me siento incómodo. Mira, habla como si fuera un fanfarrón, ¡más ostentoso que yo cuando me visto! No pude evitar soltar una ligera risa. Si Renato hubiera visto a Fabián enojado, tal vez no habría dicho eso. —Bueno, vamos al estudio a ver qué tal. Si necesitamos comprar algo más, aprovechemos estos días para hacerlo, y así el estudio podrá abrir cuanto antes. Renato aceptó entusiasta y fuimos juntos al estudio. Él echó un vistazo rápidamente. —Aunque no me guste ese Fabián, no puedo negar que este estudio está muy bien. —Por cierto, Sera, ¿no deberíamos preparar algunas oficinas más? A medida que vayamos contratando más diseñadores, no creo que podamos hacer ref