Capítulo 102

Javier frunció el ceño y sacó el celular: —¿Qué pasa? La persona al otro lado del teléfono gritó: —¡Señor Javier, Laura tiene un problema! Estamos en Residencial La Colina. Ella está borracha y dijo que tiene que verte. Si no te ve, se va a suicidar, ¡tiene un cuchillo en la mano! La persona gritaba tan agitada que parecía perder el control. En esa tranquila noche, Ana, que estaba sentada a su lado, escuchó claramente. Laura quería suicidarse. Ana se quedó paralizada, ¿por qué quería suicidarse? ¿Era solo porque Javier se casó? ¿Si Javier no se casaba con ella, no podría seguir viviendo? Ana no entendía. Javier, con una mirada severa, se levantó de la cama y le dijo a Ana: —Descansa, yo salgo un momento. Ana rápidamente respondió: —Yo voy contigo. La fiebre de Javier solo había bajado temporalmente, podría volver en cualquier momento, y Ana pensó que tal vez podría ayudar en algo. Pero Javier la rechazó directamente: —No, si vas tú, se va a poner más nerviosa. Ana cerró la boca. Javier