Capítulo 143
Ana notó que el ambiente se había vuelto un poco extraño.
Miró a Raúl con curiosidad y preguntó: —¿Qué pasa?
¿No estabas contento hace un momento?
Raúl tomó la caja del celular que estaba sobre la mesa y, de repente, la arrojó con fuerza al basurero.
El estruendo hizo que Ana se sobresaltara.
Raúl miró el celular de Ana y preguntó: —Profe, ¿cambió de celular?
Al oír la palabra celular, Ana pensó inmediatamente en Javier; sus labios se curvaron en una sonrisa suave. —Sí, este celular es muy práctico.
Raúl comentó con un tono sarcástico: —Parece bastante caro. ¿Se lo regaló alguien?
Excepto Ana, que no entendía de marcas, la mayoría de los ricos de AeroEstrella sabían reconocer un objeto de valor.
Ana sonrió y respondió: —No, un amigo me acompañó a comprarlo.
La expresión de Raúl se relajó un poco.
Ana continuó: —No es tan caro. Mi amigo dijo que costaba cien dólares. Él lo pagó por mí y se lo devolveré más adelante.
Los ojos de Raúl se oscurecieron de nuevo.
¿Cien dólares?
Ese celular n

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