Capítulo 56

—Demasiado entrometido. Javier colgó el teléfono. José se quedó sin palabras. ¡Y cuando te traté el insomnio no dijiste que me metía demasiado! Pensó que debía explicarse de alguna manera, así que llamó a Ana. —Ana, lo siento mucho, hoy tuve una operación de urgencia. Javier también está realmente demasiado ocupado y no pudo ir a recoger la cena; no es que no le importes. —Sí, lo vi. —¿Qué fue lo que viste? —Vi a Laura llevándole la cena a Javier. "…" José se quedó atónito. ¡Laura también había ido a llevarle comida! Entonces, cuando él avisó, ¿Javier habría pensado que se refería a Laura? Le habían pedido un favor tan pequeño y ni siquiera lo comunicó con claridad; por una vez, José se sintió sinceramente culpable. Con cierta inquietud, preguntó: —Ana, ¿no estarás todavía en la puerta de Grupo Ruiz, verdad? Ana levantó la cabeza y miró a su alrededor; todo estaba sumido en la oscuridad. Su voz, etérea y algo ronca, respondió: —Sí, ya no hay autobuses, esperaré un rato más antes de irm