Capítulo 87

Fabiola se giró con asombro hacia Javier. ¿Cómo podía estar Javier allí? Normalmente no regresaba a la vieja casa ni una sola vez al año; el año pasado, ni siquiera volvió para Año Nuevo. Ana también se preguntaba en ese momento. "¿Por qué ha venido Javier? " La manera en que Javier hablaba era sumamente descortés, como si realmente se atreviera a confrontar a su tía Fabiola. Avanzó con pasos despreocupados, observando desde arriba el vientre de Fabiola, y dijo: —He oído que el hijo de tía Fabiola es varón, así que hay que cuidar bien el embarazo. El tono no reflejaba preocupación alguna; más bien emanaba peligro. Frente a la altanera Fabiola, Ana vio cómo ésta se cubría el abdomen y retrocedía unos pasos. Con el rostro pálido, dijo: —Javier, yo soy tu tía Fabiola. —¿Ah, sí? —respondió él. El rostro de Fabiola se volvió aún más pálido, y en sus ojos se percibía un leve atisbo de miedo. Ana, observando desde un lado, sintió cierta confusión. Fabiola era, después de todo, un miembro mayo