Capítulo 1036
Los reporteros se quedaron sin palabras.
Los reporteros y los curiosos espectadores se quedaron sorprendidos por las palabras de aquella niña.
La niña tenía el cabello desordenado, dos ojos grandes y oscuros, una cara pequeña y redonda, y un cuerpo pequeño propio de una niña de seis años. Llevaba un pijama de flores y unas pantuflas rosas de conejo.
Se veía realmente adorable.
Era adorable y obediente, y eso hacía que los corazones de las personas alrededor se llenaran de calidez y se derritieran.
La niña miró a los periodistas con inocencia y seriedad.
Al ver que no decían nada, Aino continuó: "Mi madre tuvo fiebre por todo un día. Si hacen ruido aquí en la garita, la despertarán. Soy la hija de mi madre. Mi madre les debe un riñón. Puedo pagarlo por ella".
Los reporteros se quedaron sin palabras.
En ese momento, alguien que pasaba entre la multitud no pudo evitarlo y habló.
"Es la

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