Capítulo 20 Altos intereses
En plena noche, Noelia entró furiosa en la habitación del hospital, donde Maite estaba acurrucada en la cama hablando al celular.
Con un tubo de oxígeno y sosteniendo el celular con una mano, Maite sonreía mientras seguía hablando: —Ay, ya sé, ya sé, tus intereses son altos, sí, sí, vamos a cubrir ese dinero primero, lo demás lo hablaremos después...
Sin embargo, la puerta se abrió de golpe.
Maite, astuta, cortó la llamada de inmediato y escondió rápidamente la tarjeta de crédito debajo de ella.
Después de hacer eso, Maite se acomodó el cabello con la mano y, al ver que era Noelia, se sobresaltó y miró al instante hacia atrás.
No había nadie más.
Solo Noelia.
Al darse cuenta, Maite pareció estar aliviada un poco, aunque miró a Noelia con impaciencia y le reprochó: —¡Noelia, no sabes tocar la puerta antes de entrar, casi me matas del susto!
Noelia la acorraló contra la cama y exigió con seguridad: —¡El dinero que le pediste a Antonio, entrégaselo!
Al escuchar esto, Mai

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